Un producto, múltiples aplicaciones

  Escrito por Elena Blanco

Las tecnologías de RFID de larga distancia son un campo de trabajo que lleva muchos años entre nosotros pero sus aplicaciones no dejan de ser innovadoras. Uno de los motivos es que los integradores de sistemas no paran de inventar nuevos usos que sorprenden a los propios fabricantes.

En muchas ocasiones tenemos que tener en cuenta como es este proceso de creación de soluciones, no siempre responde a una necesidad de un cliente o un sector del mercado. Es decir, los ingenieros de desarrollo se pasan el día pensando cómo mejorar la tecnología, bien los lectores o bien las tarjetas. Entonces cuando se produce ese nuevo refinamiento o directamente nuevo invento del ingeniero de I+D el equipo de marketing, decide que uso darle y cómo lo va a presentar al público objetivo, normalmente los integradores de sistemas, que son la clave a la hora de desarrollar aplicaciones de uso o soluciones, ya que ellos son los que aportan la ingeniería de producto y aportan el valor añadido con soluciones adaptadas a un cliente concreto.

Este proceso provoca que a lo mejor el fabricante de RFID creó el sistema para controlar personas con un TAG determinado, pero el integrador decidió aplicarlo de forma diferente y resultó ser optima de manera que los clientes reclaman estos usos de forma recurrente y los usuarios aceptan esta tecnología de buen grado.

Un ejemplo de esto está en los sistemas anti-hurto que se están usando en todo el mundo. Seguramente habrá discrepancias y no todo el mundo estará de acuerdo, pero el primer ejemplo que vimos de esto fue de un fabricante llamado Impinj, este fabricante de elementos de RFID UHF tenía unas antenas muy complejas (xPortal) que permitían su uso en puertas e identificaba las personas que pasaban por ellas. Claro el uso evidente era que las personas con una TAG (tarjeta ISO) pasaran entre un portal de estos y el sistema lo identificara. Sin embargo una cadena de tiendas retailers, en colaboración con un integrador desarrolló una aplicación mediante la cual podían llevar el inventario y los stock de productos en las tiendas de forma eficiente usando RFID UHF, esto sucedía en 2010, desde entonces esta tecnología se ha convertido en un estándar y son muchas las soluciones y fabricantes que hacen esto. Un claro ejemplo de como el mercado y los integradores refinan el uso de la tecnología, sobre las ideas preconcebidas del creador de la misma.

Hay sistemas de RFID de largo rango que se usan para las carreras populares y las maratones, los corredores se ponen un TAG en las zapatillas y cuando pasan por encima de unas antenas colocadas en el suelo son identificados. Esto se puede aplicar a otros entornos ya que estas antenas tiene un rango de acción de unos dos metros de altura.

¿Sabéis que se pueden identificar a los viajeros de un vehículo con sus tarjetas UHF? De esta forma se pueden tener identificados a todos los ocupantes. Pensad en el tiempo que se ahorra, evitando que todos los ocupantes de una furgoneta o de un microbus se tengan que apear del mismo para pasar un control uno por uno con huella dactilar. Pero en la entrada se puede poner un par de lectores de UHF a cada lado del vehículo y esto identificaría a los ocupantes.

Los que desarrollaron estos sistemas no pensaron en estos usos, pero los integradores de sistemas con su constante desarrollo de aplicaciones y el estrecho contacto con los clientes provocan estas situaciones constantemente. De ahí que un integrador de sistemas use el producto de un fabricante y sea capaz de crear múltiples soluciones con los mismos elementos, esto es importante ya que no solo se depende de la capacidad de inventiva de los ingenieros de desarrollo, no solo depende de los comerciales de las empresas en nuestro campo de identificación de largo rango se necesita a la cadena de valor que crea soluciones únicas en innovadoras de forma eficaz.


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